Quiero dedicar esta entrada al sonido.
Después de leer la entrevista de Isabel a Michael Chion creo que me he sensibilizado más con los sonidos de mi entorno.
Su manera de clasificar los sonidos me pareció tan fascinante que ahora cierro los ojos para escuchar profundamente, aunque, según el haciendo esto, solo escucharé sonidos que yo deseo escuchar.
Antes de leer la entrevista, ya había empezado a tener consciencia de que el sonido es algo TAN fundamental en lo que quiero expresar que empecé a crear un banco de sonidos, recogidos de internet y grabados por mi. Me imagino mi banco de sonidos como la escultura de Alan Berliner, la cual abres un cajón y aparece un sonido y otro, y otro y otro.
Esta sensibilidad, la adquirido muy recientemente, puede ser que tras el taller del sonido que hice con Tonia Raquejo, la percepción de lo audiovisual venga más por el sentido del oído y no por el de la vista. Puede que el dejar de escuchar música con los cascos, haya abierto mis oídos a otros sonidos que antes no escuchaba.
Tengo claro, que me apetece para mi documental sonidos, sonidos y sonidos.
Ojala pudiera captar el sonido que hace mi abuela cuando te mira mientras habla, y se frota sus manos, sería tan especial ese sonido ya que hablarían de manos curtidas por el paso del tiempo.
Soy consciente de que en mi documental, se colaran esos sonidos, pero casi imperceptibles.
Tampoco quiero forzarlos y grabarlo separado,montarlo y acompañarlo de la imagen, porque me vería muy forzada a buscar los detalles.
La fuente de inspiración, Habana Suite, minuto 40´.